sábado, 15 de septiembre de 2007


Aun no lo puedo creer, aun no lo puedo asimilar, después de tanto tiempo, por fin te vi , ahí estabas tu, con esa hermosa sonrisa que tantas veces hizo acelerar mi corazón, con esa carita que siempre enterneció mi interior, ahí estabas, tu en tus cosas y yo en las tuyas, al pendiente de cualquier movimiento, pendiente de cualquier gesto, con miedo a que me pudieras ver, con miedo a que me vieras y cambiara tu actitud, con miedo de que mi presencia borrara esa sonrisa que me estaba haciendo el día, tal vez hasta la vida, pero las cosas pasan, y paso, en un descuido tu bolso cayo, al recogerlo te agachaste con una pose digna de una princesa, y fue ahí cuando levantaste la mirada, y para la suerte de un pordiosero de amor, me viste directamente a los ojos, y de igual forma me diste mi limosna, me regalaste una sonrisa, aun mas bella que la que había visto segundos atrás, no niego que la felicidad se desbordaba en mi interior, sentía que el corazón me latía cincuenta veces mas rápido de lo normal, me sudaron las manos, una mueca incrédula se reflejaba en mi rostro y de igual forma sentía un calor inmenso en mi interior, como si con esa sonrisa hubieras acariciado parte de mi alma y esta sentía tu calor, fueron breves segundos, pero mil historias pasaron en cada instante de ese tiempo, trate de sonreír, y nos acercamos, me saludaste con una naturalidad increíble, como si tan solo ayer hubiéramos estado juntos tomando una taza de café, platicamos, y me dijiste, que todo había cambiado, me dijiste que tu también me habías extrañado, que me seguías amando, que me seguías extrañando, al fin había dejado de sufrir, al fin había dejado de buscarte, por fin podía demostrarte el amor que llevo dentro desde el momento en que te conocí, por fin podría darte lo que no te di aquella vez, me sentía el ser humano mas feliz que jamás pude haber conocido en un día como ese, en una tarde tan ordinaria, que se convirtió en aquel día tan memorable para mi alma, no pude ocultarte mis lagrimas, no pude ocultarme las lagrimas, mis ojos se llenaron de ellas, mis ojos se llenaron de ellas... después de eso, solo recuerdo un parpadeo, oscuridad, silencio, oscuridad, mi cama, un sueño, un parpadeo, mis ojos se llenaron de ellas, mis ojos siempre estuvieron llenos de ellas.

1 comentario:

AndreaNatura dijo...

no existe tortura mas cruel, mas divina y exquisita que el sueño frustrado de un amor imposible..

es algo increible, la agonia del deseo, que con una gota de suerte, llegara ese sueño a ser mi realidad..

Andrea Natura;..